
Fotos de la casa por Jaime Navarro
Dos cosas fueron constantes en la vida de Gabriel García Márquez : la escritura y la conversación. Para la primera, la soledad; para la segunda, los amigos. Y en la conversación, un tema recurrente: la literatura. Nada le gustaba más a García Márquez que hablar de literatura, y lo hacía todas las tardes. Después de una larga jornada escribiendo, su actividad favorita era recibir amigos y conversar. De lo que escribía y leía, de los otros, de viejas lecturas, de las actuales, de referencias, de curiosidades y de sorpresas. Pero siempre de literatura. Tanto, que la conversación misma era un acto literario. ¡Cuántas cosas surgieron de esas tardes!
La idea que ha unido a sus herederos es conservar esta última casa de García Márquez y de Mercedes tal y como la vivieron, dándole un nuevo giro para que la gente pueda visitarla, recorrerla y hacerse una idea del lugar donde todo eso sucedía. La casa quedará tan puesta como siempre estuvo: los mismos cuadros, muebles, tapetes, fotos y libros. Un jardín espléndido con el estudio del escritor al fondo. Ahí, la mesa donde se escribieron Crónica de una muerte anunciada, El amor en los tiempos del cólera, Vivir para contarla y tantos otros relatos, cuentos, crónicas, artículos para periódicos, discursos… Ahí, aquí, donde recibió en 1982 la noticia de que era el ganador del Premio Nobel de Literatura: en la calle Fuego 144, al sur de la Ciudad de México, la Casa de la Literatura Gabriel García Márquez.
Las visitas a la Casa son uno de los proyectos de la Casa de la Literatura Gabriel García Márquez en Fuego 144, y alrededor de ellas se crearán diversas actividades como seminarios, cursos, conferencias, talleres, presentaciones editoriales, y exposiciones. Asimismo, la casa quedará a la disposición de quien quiera rentarla para un evento especial.
¡Agradecemos su apoyo y sus visitas!